En Tulum pareciera que entre más te acercas a Sian Ka’an, el camino se hace más estrecho, la vegetación más densa y los hoteles son más especiales.
No sé si son las verdes palmas y plantas las que enamoran al arquitecto y el decorador, o el color del Caribe que siempre es único. Parece un reto en busca del diseño más original, pero sin olvidar que están entre la selva y el mar.
En una de las regiones más mágicas de nuestro país y que ya desde hace miles de años, hombres sabios la habitaron en busca de un lugar para las estrellas admirar, hoy múltiples proyectos se encuentran utilizando materiales orgánicos no solo en la construcción y decoracion, sino también en los alimentos que se ofrecen.
En los últimos años Tulum ha experimentado un crecimiento y desarrollo inmobiliario y turístico impresionante. Nunca olvidaré hace casi once años que llegamos al Caribe y estábamos en busca de una oportunidad, cuando en Tulum, alguien con quien compartimos un taxi – pues era necesario ahorrar – nos dijo: “vénganse a Tulum, ya encuentras depas con piso de azulejo” – nunca entendí bien a qué se referían, supongo que antes era solo arena o tierra, pero se veía muy entusiasmado de compartir la noticia.
Hoy solo pido que te quedes Tulum, que conserves tu esencia, que respeten tu espíritu verde y los elementos que te hacen ser lo que eres. Que el mar siga tan claro como hasta ahora y durante la noche las estrellas brillen porque es baja la intensidad de los focos que tu ciudad alumbran.
Azanza Cervantes
THE WIZARD BLOG
@AzanzaMaria