FAMILIA PLAYENSE

En su mayoría son numerosas y muy escandalosas.  Sus miembros pueden ser curiosamente atemporales, o tan contemporáneos que parezcan hermanos.

Como mexicanos que somos, es difícil pensar en un domingo sin comida familiar. Sin las tardes en casa de la abuela o en el jardín de los tíos.

Al llegar al Caribe y como muchos de los que habitamos en Playa del Carmen, Cancún, o alguna otra ciudad de la Riviera Maya, puede que este sea uno de los días en que ni el color del mar te quita la nostalgia de la cabeza y el corazón.

Sin embargo, si eres como yo, de los afortunados en encontrar una Familia Playense que no sabe de nacionalidades ni edad, te será más fácil de sobrellevar.

Yo llegué a Playa del Carmen sin conocer nada de la región, más que los trípticos y publicidad que alguien alguna vez me mostraba de los parques y los comerciales que en televisión veías de la arena blanca y las aguas turquesa de Cancún.  Enamorada por la idea de un año fuera de casa, con un gran compañero, con el que aún hoy en día tengo la fortuna de compartir mi vida, nos aventuramos a una nueva experiencia.  Y ahora, once años después, me doy cuenta que hubo algunas cuestiones que nunca puse en la balanza y me dejé llevar por el brillo del sol.  La principal, esa… lo mucho que a mi familia iba a extrañar.

Aunque, ahora que lo pienso… cambié a mi multitudinaria familia por una probablemente no tan grande pero igual de ruidosa y divertida.  Donde nos une las ganas de aventura que a todos nos trajo al Caribe, aún cuando seamos de diferentes partes del mundo, y entre las edades una diferencia de hasta 20 y 30 años no se note, pues en Playa del Carmen todos somos y seremos, de 18 para arriba y de 40 para abajo.

Y aunque a tu familia Playense probablemente la conociste en un bar, fueron vecinos, o amigos del amigo del amigo, llegará un momento en que para los hijos de tus amigos serás el tío y tú realmente los verás con tanto cariño como a los hijos de tus hermanos.  Y en este grupo de desconocidos que se convirtieron en familia te darás cuenta que también como en tu casa existirá el tío mandón, el buena onda, el que siempre cuenta chistes y al que le gusta cocinar.

Los que por un tiempo se van, cuando regresan las bromas y los recuerdos permanecen, aún cuando todo sucede rodeados por una de las ciudades con más rápido crecimiento en el país.

En una Familia Playense no importa de dónde vienes, solo el a donde vas y que el Caribe te quedó de paso. De paso por unos días, unos meses, o los últimos años.

Azanza Cervantes

THE WIZARD BLOG para Vivir en Riviera Maya – vivirenrivieramaya.com
@AzanzaMaria


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